Copiso invirtió en el año 2021 alrededor de 1.100.000 euros en siete proyectos de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i). Esta inversión constata el compromiso que esta mantiene con la sostenibilidad del sector y con la mejora continua.
“Es una cantidad importante, a la que nunca habíamos llegado, y que evidencia la apuesta de la cooperativa por el desarrollo. El sector agrario está apostando por la sostenibilidad con un compromiso firme. También está experimentando y aplicando los avances tecnológicos que van apareciendo día a día, con continuos éxitos que se van incorporando. Seguramente, estas mejoras en el sector agropecuario no calan tanto en la sociedad, como ocurre en otros sectores, pero estamos investigando mucho, de forma ininterrumpida y a conciencia. Estamos evolucionando muy rápido y la sociedad debe valorarlo porque estamos trabajando bien”, indica el director general de Copiso, Pascual López.
“La apuesta por la investigación y la innovación es un punto esencial en el desarrollo estratégico de la actividad agrícola y ganadera. Y así garantizar su competitividad, su eficiencia y un crecimiento sostenible y respetuoso con el medio ambiente”, valora López. También recuerda que la pandemia o la situación en Ucrania han puesto en valor y han visualizado la importancia estratégica y la trascendencia del sector primario para un país.
Las certificaciones, la auditoría y el testeo de las inversiones en I+D+i que se llevan a cabo en un año se autentifican a lo largo del año siguiente. Por eso, el balance de 2021 se ha dado a conocer ahora, a finales de 2022, con el cierre del ejercicio fiscal. “Es un trabajo complejo, porque a los proyectos que se desarrollan con organismos como el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI) o la Unión Europea, se suman otros autofinanciados con los recursos de la propia cooperativa. Y en todos participan otros actores como empresas, universidades y entidades públicas o privadas”, explican desde Copiso. Además, los proyectos de investigación suelen tener ejecuciones plurianuales, “que siguen vivos de un año para otro”, añaden.
Una parte de los proyectos han sido autofinanciados por la cooperativa (PROCACOP21, ZINCFREE21 y WELFARECOP). Otros han sido cofinanciados por el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI), como el IDI-20181169 (AMINOBALANCE), IDI-20190856 (ATLECHON) e IDI-20190500 (ROTEFICU).
Los cinco trabajos de investigación ganadera han abarcado estrategias de nutrición con diferentes objetivos. Estos pueden ser la reducción del consumo de aminoácidos, mejorar la calidad de la carne o la reducción del uso del óxido de zinc. Se ha investigado el manejo de los animales para conseguir un nivel superior respecto a los estándares actuales de bienestar animal. También se ha estudiado el procesamiento del digestato de purines de cerdo para la inyección directa en los sistemas de riego como fertilizante líquido orgánico.
En el caso del IDI-20190500 (ROTEFICU), es un proyecto sobre vegetales en el que se evalúan nuevas estrategias agronómicas para aumentar la producción agrícola en cultivos de la provincia de Soria.
El séptimo proyecto de I+D+I en el que invirtió Copiso en 2021 es la propuesta europea LIFE SMART AGROMOBILITY (LIFE19 CCM/ES/001206). Se desarrolla junto a la Universidad de Valladolid, y tendrá continuidad a lo largo del 2022 y 2023. El objetivo principal es demostrar la viabilidad técnico-económica y ambiental de un nuevo modelo de gestión de deyecciones ganaderas a través del tratamiento y su posterior aprovechamiento, para obtener combustible de biogás para vehículos, y digestato para la fertilización orgánica para cultivos de secano y regadío.
Copiso está llevando a cabo nuevos proyectos de I+D+i con el fin de mejorar su desarrollo estratégico. Uno de estos proyectos es diseñar un programa de fertilización orgánica sostenible para cultivos de secano y regadío en la provincia de Soria.