El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, visitó el viernes 26 de enero las instalaciones de Copiso en Valcorba. El vicepresidente mantuvo un encuentro con el Consejo Rector y las comisiones, que trasladaron diferentes inquietudes y problemas sobre la actividad primaria en Soria.
El reconocimiento de los derechos en los pastos de Pinares, que pone en peligro la continuidad del vacuno extensivo en la comarca. El impago de los daños en cultivos que se producen en la Reserva Regional de Urbión. Fueron algunos de los asuntos que se trataron.
Pero los socios de Copiso trasladaron su queja por la rigurosísima aplicación de las normativas, que hacen los técnicos y responsables de la gestión agraria o medioambiental en Soria. Una interpretación y una “persecución” que no se produce en otras comunidades autónomas. Incluso, ese trato desigual se da respecto a otras provincias de Castilla y León, denunciaron.
El director-gerente de Copiso, Pascual López, lamentó la estigmatización que están sufriendo los profesionales del campo por parte de la sociedad. Sin embargo, los representantes de Copiso fueron más críticos con la administración, porque esta sí debe conocer y apoyar la actividad agraria y ganadera.
En este momento, informó López a García-Gallardo, todos los proyectos de nuevas granjas en Soria están paralizadas por los servicios de la Junta. Una obstrucción que lastra el desarrollo de Copiso. Se ve obligada a expandirse en otras provincias o comunidades, “en las que sí autorizan proyectos”, señaló. “Una pena”, porque la supervivencia de los pueblos y del medio rural depende de la agricultura y ganadería intensiva. Es la conclusión que remarcaron los representantes de la cooperativa.
García-Gallardo mostró al presidente de Copiso, Rubén Carramiñana, su satisfacción por conocer la entidad soriana y su modelo cooperativo. Destacó el ejemplo de economía circular que es para Castilla y León. También valoró la “sinceridad” mostrada por el Consejo Rector, que le ayuda a conocer los problemas “reales” del campo.
Ante los medios de comunicación, el vicepresidente de la Junta dijo que «no se puede hacer economía verde con números rojos». Aseguró que la sostenibilidad medioambiental también requiere una sostenibilidad económica y social. Remarcó que «el campo de Castilla y León no aguanta más». «Cada vez que desde Bruselas o el Ministerio se aprueba una normativa con una nueva imposición a agricultores o ganaderos, un pueblo se vacía», indicó.
Además, García-Gallardo -en las propias instalaciones de Copiso- lanzó un alegato en defensa de los agricultores y ganaderos de la Comunidad, “Están hartos de que desde los despachos de las ciudades se les siga impidiendo desarrollar con normalidad sus negocios».

